Si estás produciendo aceite de girasol y aún te enfrentas a rendimientos bajos, es probable que la causa esté en las etapas previas al prensado — especialmente en el control del agua y la eliminación de impurezas. Estas dos variables afectan directamente la eficiencia del proceso y pueden reducir tu margen hasta un 15% si no se gestionan correctamente.
Según estudios de procesamiento de semillas en Argentina y España, el rango óptimo de humedad para girasol antes del prensado es entre 8% y 10%. Si está por debajo del 7%, la semilla se vuelve frágil y pierde grasa durante la molienda. Por encima del 12%, el exceso de agua reduce la presión efectiva en el prensado y aumenta el tiempo de secado post-proceso.
| Rango de humedad (%) | Impacto en el rendimiento |
|---|---|
| 6–7 | Pérdida de aceite >10% por rotura prematura |
| 8–10 | Máximo rendimiento (estándar industrial) |
| 11–13 | Reducción del 5-8% por dilución del aceite |
| >13 | Problemas de calidad y mayor consumo energético |
“Después de implementar la regulación de humedad y una nueva unidad de filtración, nuestro rendimiento subió de 38% a 44%. Ahora estamos vendiendo más aceite puro y menos residuos.” — María López, Gerente de Operaciones, Aceites Naturales Andalucía
Para pequeñas operaciones (<1 tonelada/día), una prensa en frío + filtro manual es suficiente. Para plantas medianas a grandes (>5 toneladas/día), combina prensa térmica con sistema de refinado completo. El retorno de inversión suele estar entre 6 y 12 meses si se optimiza el proceso desde la entrada.
Recuerda: incluso con equipos modernos, sin mantenimiento regular (limpieza mensual, revisión de sellos, calibración de sensores), tu rendimiento caerá gradualmente. Planifica una rutina básica cada 30 días para evitar paradas no programadas.
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